Cookie Lady.

domingo, 13 de junio de 2010

" Un Ser Humano Así "

Era verano del 99’ corría la noticia en todos los alrededores del pueblo de un extraño que violaba a menores de edad y luego los asesinaba, yo estaba tranquilo en mi casa, no tenia porque preocuparme. Solo sentado frente al televisor, indiferente, no me provocaba absolutamente ningún interés hacia esos niños, ni siquiera sentía compasión.

El sillón estaba algo incomodo; hablando mal y pronto era una porquería. La verdad toda la casa era una gran bola de cosas malas, el techo se caía a pedazos, las puertas rechinaban, las escaleras eran inseguras, el baño era un verdadero asco. Apague el televisor, se sentía esa tensión en el ambiente, hasta que tocaron la puerta, no atendí nunca lo hacía hasta que dijo –SHERIFF, abra la puerta ¡!! – entonces reaccione y me dirigí hacia la puerta trasera que llevaba a una especie de sótano donde escondí toda la cocaína que tenía a la vista. Fui hasta la puerta atendí y le dije –Si, ¿que necesita oficial?- Me miro fijo y respondió observando todo a su alrededor – Se me informaron acerca de ruidos extraños provenientes de esta casa, ¿Usted sabe de lo que hablo?- Hubo un momento de silencio y dije – Si puede ser; la semana pasada tuve la visita de mis nietos y jugaban, gritaban y demás. Claro que era mentira. El oficial hecho un ultimo vistazo a la casa y se fue. Apenas sentí el ruido del motor andar, en mi gobernó la ira, el enojo; comencé a romper todo a mi alrededor, platos, veladores, el televisor, cuadros, todo! Hasta que salí a tomar un poco de aire, fui al bosque allí había un ambiente puro, de relajación y tranquilidad. Me relaje por un largo rato, no pensé en absolutamente nada, solo en mi vida pasada, en aquellos tiempo cuando vivía en la cuidad de New York.

Tiempo después, camine hacia la camioneta y me fui nuevamente a la casa. Mientras conducía, se escuchaba en la radio otro reporte acerca de una nueva violación, ya eran demasiado frecuentes, pero seguía sin importarme, solo apague la radio. Llegue y golpeé la puerta con fuerza, solo por diversión. Luego me fui hasta el dormitorio y comencé a escribir. Era una carta suicida, bueno en realidad mas que suicida es mas como una confesión. Y decía lo siguiente.

“Se acercaba la noche; yo estaba en la camioneta frente al estacionamiento había una multitud de jovencitas que venían de excusión, ya que en el pueblo había un gran museo de Bellas Artes, la realidad era que me parecían muy atractivas, tan jóvenes, tan delicadas, tan pequeñas e indefensas. En fin cada vez que las veía era como una fuerza interior en mi que no dejaba de desearlas. Seguía mirándolas, mas bien contemplándolas, en un momento su responsable a cargo se alejo, fue a la tienda del estacionamiento, allí fue cuando me acerque y les dije si querían ir a un lugar interesante, claro esta que no vinieron, comentaban entre ellas con 8,9 y 10 años de edad que no debían ir a ningún lado con extraños. Les dije, sin mirar a ninguna en especial, tengo todo lo que quieran, es un lugar verdaderamente mágico, nunca olvidaran ese lugar, ni lo que les sucederá, es hermoso. Sinceramente no estaba bromeando, era algo que nunca olvidaran!.

Una de ellas empezó a gritar, le dije que callara pero torpes fueron mis intentos de detenerla, rápidamente agarre a una de ellas y la ate, y en el instante ya estábamos en la carretera nuevamente, no dejaba de gritar así que le golpee su cabeza, fue cuando creo que se quedo inconsciente. El aire entraba por la ventaba, por momentos me olvidaba que llevaba a una muñeca de porcelana en el vehiculo. Ya estábamos por Shurelf, una región cerca del pueblo. Cuando me detuve, la niña despertó. En mi mente seguía la idea de tener relaciones carnales con ella.

Llegamos a un lugar donde había una casa vacía, la lleve hasta allí, y la golpeaba una y otra vez, no podía dejar de hacerlo, comencé a bajarle los pantalones, su piel era tan suave como la seda. Sin imperfecciones, apreciaba su cuerpo, como tal cazador observa a su presa, sin dejar escapar el mínimo detalle.

Gritaba, no dejaba de hacerlo, aunque la golpeara seguía llorando y gritando, recuerdo ver su mirada aterrorizada, con miedo y frustración. Recuerdo decir las palabras – Te dije que jamás lo olvidaras! –.

En un momento no soporte mas y golpee su cabeza contra el piso tan fuerte que sangro, en ese momento sentí un placer que llegue a seguir agrediéndola. Cuando termine, me sentí lleno, ella murió. La maté. Dos horas más tarde, sabía que no tenía que dejar evidencia, así que incendié la casa con ella adentro. Saque las llaves de la camioneta del bolsillo del pantalón y arranque. Fui directo a mi hogar. Cuando llegue estaba exhausto, así que comí algo y fui a dormir. Esa noche hubo una tormenta de verano, nunca voy a olvidar las gotas de agua que caían del techo, justo al lado de mi cama.

Era hermosa esa mañana, el sol brillaba cual diamante en bruto en una joyería. Había ido al trabajo, no ganaba mucho por cierto. Vivía con una miseria de sueldo, y un analfabeto como jefe.

Camino a casa crucé a una jovencita muy delicada, con su vestido y unos zapatitos que hacían de sus piernas una preciosura. El movimiento de su cabello era como el galopar de caballos, sus ojos eran como dos cristales negros. En fin, su edad estaba entre los 14 y 15 años. En verdad la quería solo para mí.

La estuve observando por una cuantas semanas, ya sabía su rutina de vida. Iba al colegio del pueblo, regresaba, no tenía amigas, se burlaban de ella, nadie la comprendía, había problemas de violencia en su familia con un padre borracho y una madre maltratada.

Una de esas noches en los que el alcohol y la violencia gobernaban en su casa, ella salió. La seguí hasta el bosque, estaba llorando, hasta tenía un ojo morado. Me acerque a ella y le dije - ¿Qué te sucede? – No respondió. Le tape la boca con fuerza y la lleve a una especie de cueva allí mismo en el bosque. Pateaba y trataba de gritar; la sostuve con fuerza y comencé a violarla. Veía sus ojos de cristales negro mortificados y llenos de lágrimas. No hizo nada solo se quedó quieta, mirándome como me llenaba de poder. Con ella había terminado de una manera mas violenta que la anterior, recuerdo haberla tenido encerrada en el “sótano” donde se encontraba toda la droga que consumía, y cada día golpearla con mis propias manos de la cintura hacia abajo. Le retorcía las rodillas y salaba sobre su cintura hasta que quedaba inconciente. Uno de esos días la encontré tratando de escapar, arrastrándose por el piso…

Así me convertí en lo que soy, un maldito viejo drogado pedófilo violador asesino y con ORGULLO! Nunca deje de serlo, voy a morir siendo así y admito que como lo hice con esas dos chicas lo hice con muchas otras chicas y chicos menores de edad y una que otra prostituta.

No tuve una infancia frustrada, tenía amigos, era normal con el promedio más alto de la clase, mis padres me amaban, tenia comida todos los días y un techo bajo el cual vivir. Simplemente cambié desde los 18 años en los cuales mis padres murieron en un accidente automovilístico. Deseaba el mal hacia los demás a toda costa, y me encantaba.

Había dejado la escuela, la cuidad y nunca me arrepentí de nada de lo que hice en mis largos años de vida. Doy gracias por tener a mis padres en la tumba bajo tierra.

Cuando mataba a esos niños sentía todo el poder, sentía fuego, sentía placer, sentía ganas de vivir solo para eso…

En fin, solo hago esta carta para incentivar a hombres y mujeres a que maten, realmente vale la pena. Anímense a más, a nuevas torturas, a mas acosos, a mas suicidios!

Hoy 11 de junio de 1999 los dejo con mi mas preciado tesoro, -el saber que viví la vida haciendo el mal.-

P.D: El famoso asesino que buscaban y que sus acciones dieron frutos hasta salir por televisión, radio, diarios y cualquier otro medio de comunicación, ERA YO!

Una semana después encontraron el cuerpo de John McFlyter en su dormitorio, con la pistola en el piso y un charco de sangre que reflejaba todos los crimines que había cometido. Encontraron cocaína, marihuana, y demás pastillas en una especia de sótano en la parte trasera de la casa, junto con más de 15 cadáveres de niños, mujeres y animales.

Los reportes oficiales sostienen que el total de víctimas fue de 150. Se lo conoce a John McFlyter como el asesino serial más conocido y buscado por años, en las últimas décadas.

Muchas investigaciones refieren que tuvo desordenes psicológicos de un nivel mayor al de cualquier asesino en serie, con mayor referencia al punto violento.

Los familiares y amigos de las víctimas sostienen sus teorías de que clase de ser humano era John McFlyter.